Capítulo 2 – La ciudad sucumbe:
Tengo que estar en silencio, que no se
enteren que hay alguien aquí, desde ayer escucho todo el día sirenas de
patrulleros de policías cerca, en la radio dicen que hay gente saqueando
tiendas y casas, en la TV muestran a la policía tratando de controlar a los
revoltosos y son varios los invitados en TV que tratan de explicar cada uno con
una teoría distinta lo que está sucediendo, hasta religiosos anuncian la
llegada de Cristo y el juicio final con la resurrección de los muertos. Desde
ayer en la noche que oí el disparo sabía que algo malo ocurría. Después del
estruendo observé por la ventana que unos policías se llevaban a un par de
saqueadores de plaza vea en el patrullero hacia el cuartel de barbadillo, donde
está Fujimori preso, a unas cuadras de aquí. Según la radio local se trató de
un disparo al aire para disipar a la masa congregada. No se reportan oficialmente
algún caso de contagio; salvo especulaciones y gente en la radio que asegura
ver muertos andando, no hay nada. Salió Humala invocando a la calma y todo eso
que se acostumbra decir en época de crisis. Yo creo que no tarda mucho en
establecer el toque de queda del que hablaban en la TV, así como en Europa,
Colombia o el mismo Chile que acaban de reportar oficialmente el primer
contagio en Santiago. Lástima, sé que no nos llevamos bien con el país sureño
pero no le desearía el mal a nadie. Acabo de hablar con mi novia, Romy, ella y
su familia están bien, tienen víveres como para una semana, eso siempre admiré
de ella, siempre preparada para todo.
Voy a salir a ver si puedo conseguir las
sogas y materiales para tapar las entradas en caso tenga que hacerlo, espero
aún valga el dinero lo mismo que antes. Sé que solo ha pasado un día desde el
anuncio pero ayer fue un día de locos, tiendas de todo tipo fueron asaltadas,
vimos una que solo venden electrodomésticos quedar casi vacía después del
saqueo, no sé si sea buena idea robarse una lavadora o gigantescos equipos de
sonido. Tuve suerte en escapar del plaza vea sin que me quiten las cosas o el
dinero, esas turba se veía con mucha adrenalina. Tengo un plan para resistir a
lo que venga, o al menos creo tenerlo. Me digo yo mismo: “Vamos con todo, ayer
pasé por una prueba en el supermercado, no volveré a dudar”. Mientras me alisto
trato de escuchar si hay sirenas de policías que indiquen más saqueadores. La
radio dice que hoy saldrá el ejército a redoblar el patrullaje de calles, no
quieren que haya otro día como el de ayer, el presidente pudo haber tenido
todas las buenas intenciones al no querer generar más alarma, al priorizar solo
cuidar las fronteras y aeropuertos, no se dieron cuenta que también el interior
del país se puede tornar peligroso. Ya estoy listo para salir, voy a echar un
vistazo de cómo está la situación en mi barrio, debería ir armado quizá,
pensándolo bien no tengo más que cuchillos de cocina, debería conseguir
herramientas, alguna hacha u machete, un cuchillo con los que me amenazaron
ayer no me vendría mal, o un arma sería estupendo. Estoy por abrir la puerta de
metal y cristales de mi salida cuando veo varias sombras afuera de mi casa
moviéndose, ¿serán saqueadores, gente perdida, o quizá la muerte andante?,
maldición voy a ver por la ventana de mi segundo piso que demonios pasa, no tengo
que cometer el error de ser simple espectador de la situación, necesito una
cámara de vigilancia, y colocarla bien camuflada también. Escuché la voz de un
vecino, es el presidente de la asociación residencial donde vivo, están
convocando a una reunión para la seguridad, con gusto salgo para eso, tenemos
muchas cosas que discutir si queremos estar seguros contra los saqueadores.
Mirando desde mi ventana veo 8 vecinos entre hombres y mujeres, entre ellos
Clara la chica del supermercado que dejé cuando robé el camión, es cierto,
debería tener cuidado al pensar que decir sobre el camión y las compras de
ayer. Porque yo también fui un saqueador, así trate de explicar lo contrario
habrá alguien que me vea como saqueador y más de uno hablará a mis espaldas sobre
tener un ojo encima mío. Debo pensar rápidamente que decir o callar, sobre todo
porque esta Clara entre ellos, seguro su familia debe saber también, y las
cámaras de seguridad del supermercado me debieron haber filmado robando el
camión para huir de la turba, ¿Qué hacer? ¿Qué pensar? ¿Qué decir? ¿Qué callar?
No es que sea paranoico pero debo ser precavido de ahora en adelante. Voy a
tratar de acercarme a Clara y preguntarle si contó algo de lo que nos pasó
ayer. Salgo y saludo a todos:
-
“Vecinos,
buenas tardes”, el presidente de la residencia respondió a mi saludo: “Vecino,
buenas tardes, ¿están tus tías? Estamos haciendo una reunión para la seguridad
de la asociación residencial”
Les conté del viaje de mis tías y dije que
encantado en estar en la reunión y disimuladamente me acerco a Clara, ella me
saluda y le pregunto en voz baja si les contó sobre lo que pasó ayer, ella dice
que también está preocupada por ello, porque el gobierno quiere capturar a los
saqueadores para recuperar el control de la situación. Le digo que debemos ser
precavidos al hablar, ayer vieron el camión llegar y quienes lo manejaban, le
digo que si preguntan, pues es de un amigo mío y que pronto vendrá a recogerlo.
En eso nos una voz pide reunirnos con la
mayoría de los vecinos en torno a la loza deportiva dentro de la asociación
residencial y el presidente toma la palabra:
-
“Vecinos,
estamos muy preocupados por nuestra seguridad y la de nuestros hijos, tenemos
que hacer algo contra los saqueadores, anoche mi familia y yo casi no hemos
dormido escuchando por la radio como grupo de delincuentes ingresaban a las
casas y se llevaban las cosas de valor, el vecino Torres ha visto gente de mal
vivir reuniéndose alrededor del barrio”
-
“Hay que enrejar las entradas, que sólo
ingrese gente decente a la residencial” Otro vecino interviene, “Si, hay que
enrejar” dicen otros.
-
“Vamos
a enrejar entonces, sólo entraremos los que vivamos aquí o amigos, hay que
salvaguardar nuestras familias y pertenencias” Dice enérgicamente el presidente
de la asociación.
Son
alrededor de 50 casas que comprende esta asociación y estamos la mayoría de
vecinos aquí, hay de todo, madres, padres, solteros, hijos mayores y menores.
Me parece buena la idea, sólo espero que me den una llave para poder sacar el
camión en caso necesite. Por suerte el vecino donde guardé el camión esta fuera
de la ciudad desde la mañana, me comentó que iría a un sitio más seguro y con
menos población. Desde entonces me he quedado pensando en esa idea, en el Perú
tenemos muchas zonas donde cultivar alimentos y con defensas naturales contra
ataques de zombies en caso sea necesario. Pero un grito de uno de los vecinos
me saca de esos pensamientos.
-
“Han
encontrado al primer contagiado, lo están pasando en la radio” gritaba aquella
vecina. Para después todos escuchar en su radio portátil Radio Exitosa Noticias
que autoridades tratan de ocultarlo pero ha sido visto y hasta fotografiado
andando sin rumbo por las playas del callao. Pobladores de la zona, alertaron a
las autoridades que acordonaron la zona y se llevaron al infectado que según
las descripción era una persona de origen Asiático de aproximadamente 1 metro
setenta de estatura y complexión delgada. Vestía uniforme de una marina
mercante. Los que logren identificar al sujeto por favor comuníquense con las
autoridades. La zona está siendo puesta en cuarentena según las autoridades
médico-militar.”
Al oír esto los vecinos comenzaron a mostrar
su preocupación y no es para menos, deberíamos guardar la calma pero escuchar
la confirmación de lo que hasta ahora ha sido el más importante acontecimiento
del que soy testigo es para temer. Un vecino desde el fondo está hablando sobre
lo que ocurre en otros países, dice que hay toques de queda, voluntarios para
patrullaje, salida del ejército a las calles y muchos contagiados, dice que en
Europa es peor, que hay ciudades donde los contagiados se cuentan por miles.
¡¡Diablos!! Creo que tenemos de que preocuparnos más que de los saqueos. Tengo
que volar por provisiones, cómo puedo estar perdiendo el tiempo pensando cuando
debo de actuar, quizá en el barrio nos podríamos organizar y cerrar bien los
accesos a la residencial. Ese “quizá” puede ser mi final, vamos a poner la reja
y conseguirme una llave para el camión en caso sea necesario escapar y luego
veré lo de asegurar mi casa. Estamos disponiendo de unos trecientos nuevo soles,
menos de cien dólares por cada familia para mandar a instalar las rejas por el
cerrajero de la cuadra, vamos a hacerlo hoy y ahora.
Toda la mañana estuve ayudando a instalar
las rejas en cada entradas de la residencial, obtuve mi llave en premio, no
todos obtuvimos una copia, sólo 5 tenemos un juego. Seremos los encargados de
abrir y cerrar las rejas para los vecinos y sus vehículos, eso incluye mi
pequeño camión, sólo espero nadie me acuse de saquear un supermercado. He
sabido que el saqueo al plaza vea fue controlado minutos después que salí, pero
hubo heridos y gran parte de los pasillos de alimentos de la tienda quedaron
vacíos, al igual que el de los electrodomésticos. Sigo pensando que hará la
gente con un televisor extra cuando no tenga que comer y una lata de atún
enlatado valga más que un televisor. Tengo todos mis víveres bien ordenados,
bien escondidos y seguros, tengo hartos enlatados pero sería bueno ir por más
luego de comprar mis maderas y herramientas. Estoy más tranquilo y listo para
ir a la ferretería, también tuve comunicación con mis tías, las que se fueron a
la selva, también están al tanto de las noticias, dice que todos los viajes
turísticos se han cancelado, hay más cosas que preocuparse que por conocer un
lugar nuevo por ahora. Estoy haciendo una lista que necesito, entre ellos una
pistola, eso será lo más difícil de conseguir, pero sé que hay mercados negros
donde las venden. Mientras camino hacia la ferretería voy pensando ¿cuánto
tiempo podré resistir en mi casa yo solo?, quizá tenga que llevarme a mi novia
y su familia. Mi casa parece más segura ahora que tenemos rejas. Pero ¿cuánto
podré sobrevivir con todos ellos y cuánto con ella sola? ¿Cuánto tiempo me
alcanzará la comida? ¿Nos vendrán a salvar las autoridades? ¿Será seguro
albergar masas de gente en un lugar cerrado? Vamos a ver cómo siguen los
acontecimientos para tomar una decisión. Me estoy adelantando mucho a los
hechos, pero en las películas y juegos siempre es así. Acabo de llegar a la ya
mencionada antes calle de las ferreterías, pero todos están atendiendo a puerta
cerrada, por miedo a los saqueos seguramente. Espero mi dinero valga igual,
porque la dueña de la bodega de la esquina me cobró el doble por una galleta,
que sólo compré para averiguar cuánto cuestan las cosas y cuánto costarán desde
ahora. Imagino que al igual que yo, mucha gente ya no va a su centro de trabajo
por miedo de toparse con un delincuente o caminante. A este ritmo pronto van a
escasear las cosas, porque ya no habrá gente que produzca ni lleve las cosas a
nuestras mesas por el miedo a la gente que saquea camiones. No ha pasado ni 24
horas del anuncio y ya una mísera y simple galleta vale el doble.
El de la ferretería me va a vender por un
precio más alto las herramientas y tablas de madera que ando buscando, me ha
recomendado redoblar la seguridad de mi casa, que por un precio justo él y su
trabajador puede hacerlo, agradecido me fui pensando a mi casa que quizá el
cerrajero de mi barrio pueda hacer unos trabajos en mis puertas y ventanas, iré
antes que a alguien más se le ocurra. También tendré que ir al banco a retirar
mis ahorros y comprar todo lo que pueda ahora que aún vale algo el dinero. Es
hora de ocuparme de mis propios asuntos y asegurar mi tranquilidad lo máximo
posible. Tener unas cuantas plantitas de las que alimentarme, he oído que
sembrar tomates y zanahorias no es tan difícil, podría hacerlo con un buen
libro en mano de horticultura, ni bien me ocupe de mis compras ahora veré eso.
Mientras guardo mis materiales y voy a hablar con el cerrajero prendo mi radio
del celular. Estoy escuchando noticias sobre nuevos avistamientos de
contagiados y al ejército hacerse cargo de ellos, creo que tener un poco de
entrenamiento para estar siempre en forma me vendría bien, desde mañana empiezo
con eso. En la radio también nos cuentan las dificultades de la policía y el
ejército para estar en todos lados, hay muchas alertas de contagio y no todas
son ciertas, algunas son solo gente con un resfriado que parece zombie. También
dicen que la gente escucha ruidos de helicópteros donde se ha visto un
infectado próximo a ser llevado a cuarentena. Parece que deben saber algo sobre
una cura o quieren estudiar a tantos contagiados, tal vez simplemente acaban
con ellos lejos del público para evitar causar más alarma. Aún nadie ha
reportado ataques directos de zombies en Perú, canales españoles dicen que
comen todo tipo de ser vivo, pero prefieren la carne de los humanos, no se sabe
porque, pero ignoran a los animales si hay humanos cerca.
Hablando con el cerrajero me comenta que
soy la segunda persona en pedirle que realice el trabajo de asegurar sus casas,
el papá de Clara también lo hizo. Es lista esa chica, espero ella sus padres y
su pequeño hijo estén bien. Tendré que esperar hasta la tarde para que haga el
trabajo, no hay problema le digo, así me da tiempo para tratar de conseguir más
víveres. Antes tendré que jugármela y pasar por un cajero, dentro del centro
bancario cerca a mi casa hay muchos, puedo evadir malhechores ahí. Cómo me
gustaría haber juntado para un auto, una moto o al menos una bici, me arrepiento
ahora no haberlo hecho, tengo que caminar varias cuadras, cada paso me siento
como la presa de cazadores. Mientras camino veo negocios a medio abrir o
totalmente cerrados, debe ser el miedo y la incertidumbre de los saqueos y los
muertos andantes. Un tipo me preguntó la hora, quizá sea un ladrón que quiere
que me distraiga para ver lo que llevo, le dije una hora aproximada y se fue
mirándome de pies a cabeza. Debo tener cuidado, las buenas personas y malas
tienen miedo ahora.
Llegué al centro bancario, pero esta
abarrotado de gente, hay colas para retirar el dinero de los cajeros, quizá
otros también piensan como yo, que este lugar es más seguro que un cajero
callejero. Al fin logro avanzar en la cola un poco, espero regresar a mi casa
para prepararme algo de comer, muero de hambre. Tengo que estar preparado para
lo que sea y con el estómago lleno, no quiero debilitarme. De entre la cola uno
de ellos dice que en la TV están pasando el primer ataque a personas por
infectados. Una persona grabó desde su ventana el ataque en los barracones del
callao. Al escuchar esto algunos se salieron de la cola y se fueron. Otra vez
estoy a prueba, no debo ponerme nervioso y cumplir mi plan como lo esperaba.
Escuchando la radio de mi celular me entero que la víctima del ataque falleció producto
de tantas mordidas, también dicen en la radio que hay ciudades en China tomadas
por la muerte andante, que otras ciudades en el mundo siguen sus pasos y están
cayendo, parece que Lima también caerá pronto porque hubo otro ataque repelido
por los policías en pleno aeropuerto, también fue llevado a cuarentena, pero
cuántos ataques más podremos soportar, la gente contagiada está bien escondida,
esperando que un milagro los cure. No quieren morir y no hay cura ni
tratamiento aún. Escucho reclamos de gente en la cola para retirar dinero del
cajero de otro banco, dicen que se acabó el dinero y no hay quién coloque más.
Seguramente terminarán dándose cuenta que en los cajeros ambulantes aún hay
dinero y se irán presurosos a retirar dinero. Por suerte yo ya estoy a punto de
retirar dinero y parece que si alcanzo.
Tuve suerte por poder retirar todos mis
ahorros y dinero de las tarjetas de crédito, ahora vamos sigiloso por más
provisiones, hay un supermercado metro cerca. Iré caminando sin problemas, esta
zona está bien resguardada. Hay policías resguardando el centro bancario y sus
alrededores. Espero poder comprar lo que me haga falta. Al llegar al
supermercado veo que están vacíos los aparadores, deben haberse llevado todo
ya. Le pregunto al personal de atención qué pasó y me dice:
-
“Buen
día caballero, estamos atendiendo normalmente por órdenes del gobierno, pero no
podemos abastecernos normalmente, en breve recibiremos más productos y podremos
reponer nuestros productos”.
A mí esto me huele a cuento, me parece que están escondiendo los
productos para especular con los precios, seguramente dirán la crisis es la
culpable. Debería ir a una fábrica de enlatados antes que a alguien se le
ocurra. Voy a llevarme todo lo que pueda de aquí. Voy recorriendo los pasillos
y veo cada uno más vacío que el anterior. Veo que nadie ha pensado en llevarse
comida para mascotas pensando en ellos mismos. Tampoco hubo predilección por
los artículos de belleza, veo muchos cosméticos. La zona de comida pre-cocida
sigue intacta, vamos tras ello entonces, llenaré mi carrito con todas las cajas
de pastas, sopas instantáneas y comidas deshidratadas que puedan caben en el
carrito. Estoy llevándome algunos paquetes de hojas y tinta para mi impresora,
uno nunca sabe cuándo tiene que imprimir algo. Veo también todo tipo de envases
y artículos para cocina intactos. La zona de los juguetes que tanto me gustaba
de niño, está como si no hubiese más niños en la ciudad, Voy a ver que me llevo
para alegrarme en tiempos difíciles. Cuando estoy por pagar por las provisiones
escucho un anuncio por el altoparlante de un trabajador del supermercado indicanco
que en unos minutos el presidente dará otro mensaje de urgencia. Rápidamente
salgo y tomo uno de los pocos taxis propios del supermercado que quedan, parece
seguro pero asaltan con sus precios. Por un tramo de pocas cuadras me quieren
cobrar el triple de antes, no me queda más que regatear y aceptar el acuerdo.
Camino a casa veo los cajeros ambulantes llenos de gente. Debo hacerme con un
mapa de calles de Lima y veo que el taxista tiene uno que el supermercado le
proporciona. Voy a ofrecerle un trato a cambio.
Acabo de llegar a casa, sano y salvo por suerte. Tengo la llave de
la reja y entré sin problemas y sin ser visto. Parece que todos están a la
espera del mensaje presidencial, El chofer me dijo que los mapas no estaban en
venta, los necesitará. Pero me recordó que las guías telefónicas tienen uno más
completo en la parte posterior. También pude llevarme un par de bidones de 20
litros de agua mineral y un balón de gas doméstico de camino. Valió la pena
hacer todo el recorrido hoy, estoy mejor abastecido y podré aguantar más tiempo
si raciono bien mis comidas. Pero ya es tiempo de saber que trama el gobierno,
debo escuchar el mensaje presidencial ahora.
-
“Pueblo
peruano, me dirijo a ustedes para darles tranquilidad. Todo irá bien, juntos
vamos a organizarnos para salir adelante, estado, pueblo y ejército. Por favor
les pido que mantengan la calma y acaten las siguientes disposiciones:”
o
No
salir de su casa a partir de las 5 pm. Se declara un toque de queda desde hoy,
cualquier persona después de las 6 pm desplazándose será detenida.
o
Los
agentes médico-militares tienen autoridad para revisar ambulatoriamente el
estado de salud de cualquier individuo, sin restricción de edad, sexo o
nacionalidad. De ser encontrado indicios de contagio serán trasladados a
cuarentena.
o
Los
centros laborales deberán reducir obligatoriamente sus horarios de trabajo
hasta las 4 pm. El incumplimiento será sancionado inmediatamente.
o
El
transporte público será garantizado por buses del ejército y la policía, la
tarifa será 1 nuevo sol a cualquier destino.
o
Estamos
implementando el dictado de clases vía TV para el sector público con nuestros
mejores profesores a la cabeza, no vamos a permitir que se ponga en peligro la
seguridad ni la educación de nuestros hijos.